Son moléculas que se encuentran en los glóbulos blancos (o leucocitos) de la sangre y en la superficie de casi todas las células de los tejidos de un individuo. Se encargan de dar una identidad propia a las células de cada persona en particular.
Existen tres “lugares estratégicos” en el sistema HLA que sirven para examinar si una persona puede ser compatible con otra: HLA “A”, HLA “B”y, HLA “DR”. El tipo de molécula -ANTÍGENO- presente en A, B, DR se identifica con un número y puede ser enormemente variado así como lo son sus combinaciones.
Para que dos personas sean compatibles, los antígenos presentes en cada uno de los lugares deben ser idénticos.
Lamentablemente, sólo entre un 25 y un 30% de los pacientes con indicación de trasplante de médula ósea encuentran un donante compatible dentro de su grupo familiar. El 75% restante debe recurrir a búsquedas en los Registros de CPH. Por ello, es sumamente importante el número de inscriptos en estas organizaciones, dado que aumentan las posibilidades de que quien necesita, encuentre un donante histocompatible y acceda así al trasplante.