Antes de trasplantar médula ósea, hay que comprobar que el donante y el receptor son compatibles. Esto significa que las células de estas dos personas son tan compatibles que pueden convivir indefinidamente en el receptor.
En el proceso de trasplante, normalmente se extrae la médula del hueso de un donante mediante punción de las crestas ilíacas (hueso de la cadera) o mediante aféresis (donación de sangre periférica). El donante es quien elige el método de extracción.
Una vez hecha la donación, se infunde en el sistema circulatorio del receptor. Esto se hace del mismo modo que una transfusión de sangre. Las células madre anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor para producir células de la sangre sanas.